¿QUÉ ES UN FONDO DE EMERGENCIA?

Los imprevistos económicos son sin duda una de las peores pesadillas para cualquier familia ¡y siempre ocurren en el momento menos oportuno! Lo ideal es disponer de un fondo de emergencia: un dinerito ahorrado para hacer frente a cualquier situación inesperada sin tener que pedir un préstamo o endeudarnos peligrosamente con tarjetas de crédito.
¿Cuánto destinar?
La cantidad dependerá de la situación personal: hay que analizar cuánto dinero podría necesitar de manera urgente.

Para ello tenga en cuenta cuántas personas están a su cargo, cuáles son sus gastos, etc, y calcule destinar un equivalente a entre tres y seis meses de gastos normales.

¿Dónde guardarlo?
Anote algunos consejos:

■ Téngalo a mano. Su fondo de emergencia debe estar disponible en cualquier momento: guárdelo en una cuenta bancaria con disponibilidad inmediata y manténgalo separado de la cuenta donde tenga domiciliados recibos o pagos de tarjetas de crédito. No lo invierta en depósitos a plazo fijo o fondos garantizados que le puedan cobrar penalizaciones por sacarlo antes de su vencimiento.

■ Seguridad. No olvide elegir un producto bancario sin riesgo para el depósito de su fondo de emergencia, así tendrá la garantía de que su dinero siempre va a estar ahí.

■ Busque rentabilidad. Un fondo de emergencia debe estar disponible siempre que lo requiera, pero no por ello debe tener el dinero guardado en un cajón sin producir nada. Infórmese en su banco y búsquele una rentabilidad por pequeña que sea.
¿A qué espera?
¡Comience a ahorrar!
Ahora toca el turno a los objetivos concretos (quiere comprarse un coche, pagar la entrada de una vivienda, ahorrar para hacer un viaje en sus vacaciones…), para ello nos ayudaremos de una tabla en la que marcaremos los siguientes datos: la fecha de comienzo, el objetivo en sí, la cantidad a ahorrar, una fecha final, así como cuánto será necesario aportar y con qué periodicidad.
AHORRO Y OBJETIVOS

FONDO DE EMERGENCIA

SEGURIDAD FINANCIERA

FAMILIAR
Aprenda a ahorrar:
invierta en tranquilidad

CONSEJOS BÁSICOS DE ECONOMÍA FAMILIAR 2
* Los ejemplos sólo representan un cálculo aproximado para hacerse una idea del ahorro. La cantidad necesaria sería menor debido a que
el ahorro de cada mes iría rentando intereses que se acumularían.
LOS CONSEJOS:
– Primero reflexione sobre lo que realmente necesita y haga su listado de objetivos.
– Probablemente sea muy difícil lograr todos a la vez, identifique aquellos que sean más importantes para su economía.
– Al principio le parecerá casi imposible ahorrar esas cantidades, pero tranquilo: de los pequeños esfuerzos llegarán grandes resultados con el paso del tiempo. ¡Se sorprenderá!
¿Ahorrar?¿Para qué?
Ser previsor es importante
Dicen que el dinero no da la felicidad, pero ¿se imagina disponer siempre de esos euros para pagar las facturas, una multa inesperada o una avería urgente en su hogar, sin que le suponga un trastorno económico? Este podría ser el sueño de cualquier persona: vivir sin angustias y con una permanente seguridad financiera. La pregunta es: ¿cómo puedo lograr esa seguridad con mis ingresos actuales? La respuesta está en saber cómo planificar y ahorrar.

Motivos no faltan

POR SU PROPIA TRANQUILIDAD
Vivir sin deudas es sinónimo de dormir tranquilo cada día. Ese fondo que usted vaya a crear con u esfuerzo le ayudará a alcanzar el objetivo de tener una economía saneada y quizás también a aumentar su patrimonio.

INVERTIR EN FUTURO
Un coche, una vivienda, un viaje, los estudios de sus hijos o dinero para su jubilación son algunos de los motivos que le pueden llevar a crearse unos determinados objetivos financieros a largo plazo.

¿Y SI OCURRIERA LO PEOR?
El ahorro no sólo debe servir para invertir en futuro. Siempre existe la posibilidad de que nos ocurra alguna circunstancia inesperada: perder el trabajo, una avería del coche o un robo pueden ser nuestros peores enemigos si carecemos de un fondo para atender estas situaciones de emergencia.

Lo primero:
Examine su economía
Para saber cuáles son los objetivos que debe proponerse es necesario que sea sincero consigo mismo y analice cuál es el estado de salud de su economía.
Empiece respondiendo algunas preguntas:

■ ¿Puede llegar sin problemas a fin de mes?

■ ¿Podría subsistir si se queda mañana sin trabajo?

■ ¿Dispone de recursos económicos en caso de una emergencia?
Lo ideal es que las respuestas a todas estas preguntas sean un “Sí”. De ser así usted rebosa de buena salud financiera, pero no por ello debe descuidar sus ahorros.
Si hay algún “No” en sus respuestas su economía necesita un tratamiento preventivo, pero si hay varios “No”, las medidas son urgentes. Las mejores indicaciones para sanear su economía deben centrarse en crear inmediatamente un buen fondo de emergencia y proponerse objetivos financieros a largo plazo.
Y ahora…
¡a fijarse objetivos!
Para mejorar la salud de su bolsillo debe ponerse objetivos financieros. Estos serán concretos y realizables en un determinado periodo de tiempo, y debe marcárselos como una meta fija.

■ Aumentar los ahorros. Este debe ser su objetivo primordial. Estar sin ahorros es sinónimo de estar desprotegido frente a cualquier imprevisto.

■ Controlar sus gastos para llegar sin angustias a fin de mes. Nada de despilfarros que perjudiquen seriamente a su economía. ¿Acaso no podría evitar esos caprichos?
■ Disminuya o haga desaparecer sus deudas.
Cualquier retraso en una deuda puede agravar su situación económica. Márquese como prioridad número
uno reducir o eliminar sus deudas, mes a mes.
■ Prepare su jubilación. Si quiere asegurarse un cierto nivel de vida cuando llegue la edad de jubilarse, empiece ya a ahorrar con vistas a esa etapa de su vida. Plantéese incluso sacar rentabilidad a esos ahorros.
■ Proteja a su familia. Si tiene personas a su cargo es conveniente que destine unos ahorros para la manutención de los mismos para protegerlos en el caso de que usted sufriera un serio percance.

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